Más de lo intolerable en el cine...

domingo, 5 de junio de 2011 - Publicado por Alejandra Uzcategui en 11:32
Más de lo intolerable en el cine… David Lynch.



En la entrada anterior pretendí explorar lo intolerable en una película de Kubrick, vaya pretensión de mi parte!... ya Lynch había pasado por mi mente al empezar a trabajar con lo siniestro, sin embargo, me resultaba tan complejo que estuve huyéndole todo el tiempo… Si Kubrick fue un atrevimiento, no logro pensar un adjetivo que describa la idea de trabajar con Lynch. De sus películas me costó mucho seleccionar una, pues todas juegan de modo magistral con nosotros, presentándonos imágenes que nos petrifican y que al mismo tiempo no podemos dejar de admirar. El cine de Lynch es la máxima representación de lo siniestro y de lo intolerable… allí donde la plausibilidad lógica retrocede, irrumpe la imposibilidad como nueva realidad.

En sus películas, y recuerdo especialmente Blue Velvet, se procura  la realidad de dos maneras, siempre jugando, entrando y saliendo de lo onírico y lo presente o real. Está continuamente planteando realidades paralelas que se constituyen en la danza de lo inimaginable y al mismo tiempo posible; nos muestra lo que decimos que somos y lo que podemos ser, sin ninguna consideración con el espectador.

Lynch y su arte, está en continuo movimiento entre la persona y la sombra. Sus ficciones, pretenden desmontarnos, descolocarnos, dejarnos en angustia, y  la mayoría de las veces lo logra,  al obligarnos a criticar e interpretar  una realidad que  parece al mismo tiempo tan lejana y tan cercana a la nuestra. Basta con recordar a Jeff, aterrado y fascinado al mismo tiempo al observar desde la oscuridad del closet la escena de Dorothy y Frank.  El lugar del mal está al descubierto, la irrupción de Jeffrey a este mundo oculto se estructura, en voyeurismo.

En sus creaciones, casi siempre se sugiere la amenaza de algo otro, distinto, paralelo a la cotidianeidad, a lo que pretendemos real, a lo que hemos construido con tanto esfuerzo…  y ese algo, se introduce en lo subjetivo,  sin piedad,  devastando la condición del individuo.
Algunos consideran, que el  rasgo más distintivo en su producción cinematográfica, ha sido la construcción del mal desde un perfil humano que desbordaba lo ideal y utópico (Rivas, 2009). En este sentido, Lynch se convierte en el abanderado de lo siniestro, de la sombra, de lo oculto, de lo intolerable.

“La crítica ha mantenido la defensa de que en los argumentos de David Lynch existe un claro componente siniestro. Un aliento de tragedia, desesperanza y brutalidad recorren unas tramas cercanas al universo literario del romanticismo negro (…) Resulta evidente que estas particularidades temáticas están presentes en el cine de David Lynch, sobre todo la utilización del sueño como un trayecto iniciático donde sus personajes, doblemente atraídos y aterrados por el mundo onírico, se buscan a sí mismos mediante el dolor y el sufrimiento (Navarro, 18-21. cp. Rivas, 2009)”

En general, Lynch es un transgresor…  una y otra vez, los elementos siniestros contradicen el realismo del cine convencional y nos amenazan, provocándonos  una fuerte conmoción. Nos coloca siempre como espectadores llenos de angustia que desean y temen los desenlaces, la aparición de nuevos personajes y por supuesto, sus mundos. Es decir, nos coloca siempre frente a lo siniestro, frente a aquello que nos resulta intolerable pero que al mismo tiempo nos atrae.