Lo intolerable en la mitología

sábado, 4 de junio de 2011 - Publicado por Alejandra Uzcategui en 18:24

Esta vez, me acercaré a las imágenes de lo intolerable a través de una imagen mitológica, una imagen arquetipal que revela de nuestra condición y de todo aquello de podemos ser.
Según Jung,  “el concepto de arquetipo (...) se deriva de la observación repetida varias veces de que por ejemplo los mitos y los cuentos de la literatura universal contienen siempre en todas partes ciertos motivos. Estos mismos motivos los hallamos en las fantasías, sueños, delirios e imaginaciones de los individuos actuales. Estas imágenes y conexiones típicas se designan como representaciones arquetípicas. Tienen, cuanto más claras son, la propiedad de ir acompañadas por vivos matices afectivos... Impresionan, influyen y fascinan. Provienen de un arquetipo imperceptible en sí mismo, de una preforma inconsciente que parece pertenecer a la estructura heredada de la psique, y puede, a causa de ello, manifestarse en todas partes como fenómeno espontáneo” (léxico Jungiano, s/f).
Según Villalobos (2004), son patrones colectivos entre todos los seres humanos de todas las culturas y lugares del mundo expresados en contenidos básicos de religiones, mitologías, leyendas y folklore de cada cultura, así como, desde el punto de vista individual, en la simbología de los sueños.  En otras palabras, los arquetipos son formas innatas o modelos generales de conducta que se encuentran en el inconsciente colectivo, y que predisponen a las personas a responder de cierta manera frente al mundo; cualquier persona -sin importar la cultura a la que pertenezca- puede sentirse identificada con estos patrones.
El arquetipo carece de forma pues nunca pasa por completo a la conciencia  por lo que no puede ser conocido o descrito, sino que se presenta en forma pictórica, personificada, o simbolizada y penetran la consciencia por medio de los sueños, el arte, los rituales y las sinfonías. Así, los arquetipos hablan de lo que somos y se expresan simbólicamente a través de imágenes en sueños, la literatura, el arte, publicidad, y toda la imaginería de culturas y sociedades.
Pensando en lo intolerable, e todo aquello que se vincula al horror, que habla de lo que despreciamos y rechazamos, recordé el mito de la Gorgona y decidí entonces tocar este tema desde la simbología del mito.

 “En la versión más conocida del mito, Medusa era originalmente una hermosa mujer humana. Poseidón se enamoró de ella, y la sedujo (o violó) en un templo dedicado a Atenea. Ambos dioses eran rivales desde que compitieran por el patronazgo de Atenas y los habitantes de la ciudad prefiriesen el olivo de Atenea a la fuente o los caballos de Poseidón.
Tras descubrir la profanación de su templo, Atenea transformó a Medusa como castigo hasta tener la misma forma de sus hermanas Gorgonas. Sus cabellos se convirtieron en serpientes y su mirada tenía el poder de petrificar a cualquier criatura viva (….)
Mientras Medusa estaba embarazada de Poseidón, fue decapitada por el héroe Perseo con la ayuda de Atenea y Hermes. De la sangre que cayó al suelo o, según las versiones, de su cuello brotó su descendencia: el caballo alado Pegaso y el gigante Crisaor. Perseo usó la cabeza de Medusa para rescatar a Andrómeda, matar a Polidectes y, en algunas versiones, petrificar al titán Atlas. Entonces se la ofreció a Atenea, quien colocó en su escudo, la égida. Se dice que la sangre de la Medusa resucitaba a los muertos y con ella Asclepio resucitó a algunos héroes” (Donafer, 2007.p.1).
En el mito de la Gorgona, resalta la idea de lo bello asociado al horror. De  aquello que seduce y al mismo tiempo genera rechazo, de aquello a lo que huimos porque paraliza, enloquece, mata. Una doncella, hermosa y virginal siendo violentada por Poseidón y luego castigada y convertida en monstruosa aparición. Al mismo tiempo, de una figura horrenda y su decapitación nace el caballo alado Pegaso.
La Gorgona o medusa, representa el horror, el mal, todo lo que debería ser enterrado. Es la personificación de lo intolerable.  Se teme mirar directamente al rostro de medusa porque sabemos que al hacerlo  quedaremos paralizados frente al horror, frente al rostro de la verdad, esa verdad representante de nuestro mundo, esa que queremos ocultar.


El mito encarna lo intolerable, habla de una realidad que no puede ser aprehendida y por lo tanto se niega. La respuesta, correr y no poder ver  la verdad de frente, la verdad con respecto a sí mismo y con respecto al otro. En el caso de nuestras sociedades, mirar de reojo o hacer la vista gorda ante destinos y realidades cargadas de horror con las que no logramos lidiar.
Así, a la Gorgona o medusa no la podemos mirar cara a cara, esperamos que los dioses nos faciliten herramientas, un espejo, un escudo… la mirada lateral para evitar enloquecer… y es que solo así se nos permite acercarnos a todo aquello que no podemos tolerar.

Léxico Jungiano (s/f). Das Gewissen inpsychologischerSicht (La conciencia en el aspecto psicológico, en Das Gewissen. La conciencia, Estudios del Instituto C. G. Jung de Zurich, 1958, pág. 199 y ss.). En Centro de Estudios Jungianos. Disponible en: http://www.centroestudiosjunguianosenvenezuela.com/lexico-junguiano.html
Donafer (2007). Medusa, la Gorgona con Cabellos de Serpiente. Shvoon com. La fuente mundial de críticas y reservas. Disponible en:
 
http://es.shvoong.com/books/1653611-medusa-la-gorgona-cabellos-serpiente/#ixzz1NeyLgUl0