Para seguir en línea con la idea que me ha atrapado en esta asignatura, y unirlo con una de las asignaciones propuestas por nuestro profesor Ramón Correa, esta vez miro lo intolerable desde la cotidianidad y desde las imágenes que la crítica publicitaria puede generar…
Según wikipedia, “La contrapublicidad es una crítica de la publicidad realizada mediante la alteración de los contenidos de sus mensajes (…) consiste en subvertir, es decir, trastornar, revolver y destruir la publicidad. La contrapublicidad se apodera de las técnicas publicitarias para invertir los significados de los mensajes comerciales.
A partir de la construcción de nuevas imágenes se desmontan realidades terribles que están ocultas detrás de lo convencional. Así, se configuran como un arma contra la moral tradicional burguesa y las convenciones estéticas vigentes. Nos valemos de ellas para tratar de agitar, mover, paralizar y al mismo tiempo despertar a un espectador/audiencia adormecido o anestesiado, confortably numb, como diría Pink Floyd… escondido en la sociedad del bienestar… al final, se pretende la invasión del horror, la mirada a lo que estaba oculto, un golpe en la cara de lo intolerable en un tratar desesperado de despertar conciencias.
Es el caso de las imágenes que les presento a continuación, una general, y otra, un poco más ajustada a la situación política actual en Venezuela.